La mejor fiesta de 2012

A pesar de las numerosísimas y famosísimas fiestas populares del panorama nacional, la mejor fiesta del 2012 no tiene nada que ver con ellas. ¿Cuál puede ser, entonces? ¿Qué fiesta que no se celebra todos los años (aunque ojalá fuese así) consiguió congregar a miles de personas? Sí, la fiesta que se organizó en Madrid para celebrar la Eurocopa conseguida por la Selección Española de fútbol.
El 2 de julio, al día siguiente de la final ante Italia, la Selección llegó al aeropuerto de Barajas (Madrid) sobre las 15:30 h.

Los jugadores de La Roja levantan el trofeo de Campeones de Europa

Tras su llegada, toda la expedición que había viajado a Polonia y Ucrania fueron a un hotel situado cerca del aeropuerto y, a continuación y casi sin descanso, un autobús los trasladó al Palacio de la Zarzuela y a la Moncloa.
Tras las visitas protocolarias, los protagonistas y el cuerpo técnico montaron en un autobús descapotable que atravesó la calle Princesa, la Plaza de España, Gran Vía, la calle de Alcalá y, finalmente, llegó a Cibeles, donde estaba preparado el escenario para los campeones. El recorrido fue lento debido a la cantidad de gente que se agolpaba a ambos lados del autobús y todos pudieron disfrutar de la presencia de sus héroes.

Recorrido del autobús descapotable

Cibeles en el momento de la llegada del autobún de los campeones

En ese escenario tuvo lugar durante toda la tarde, para amenizar la espera de los que esperaban bajo el sol madrileño de julio, un concierto presentado por Pilar Rubio y Carlos Latre con artistas más que conocidos. David Bisbal, Chenoa, Bustamante o Huecco fueron algunos de los muchos cantantes que no quisieron perderse la celebración.
Cuando los jugadores subieron al escenario se desató la locura y se repitieron las imágenes de la celebración del Mundial de Sudáfrica de 2010: Pepe Reina presentó uno por uno a todos sus compañeros.

Está claro que La Roja nos está malacostumbrando y ojalá pudiesemos vivir fiestas tan emotivas todos los años. De momento, disfrutemos una y otra vez con las que ya hemos tenido porque ningún país puede presumir tanto de sus futbolistas como nosotros.