viernes, 21 de septiembre de 2012

San Fermín

Durante 9 días, la ciudad de Pamplona se tiñe de blanco y rojo para celebrar sus fiestas, una de las mejores del mundo. 

Son 204 horas en las que la ciudad no descansa. Tanto de día como de noche, existen actividades para todas las edades, desde los kilikis y gigantes hasta la fiesta nocturna pasando por el poteo del mediodía y los toros por la tarde. 

Las fiestas empiezan el 6 de julio a las doce del mediodía después del cohete que se tira en el Ayuntamiento, el chupinazo. En la plaza del Ayuntamiento se congrega la mayoría de gente y una vez dentro podría decirse que es imposible salir. Todo el mundo está con mentalidad fiestera, y ya empieza el consumo de bebidas habituales en esta fiesta como el Kalimotxo o la sangría. Después del chupinazo los más jóvenes van por las calles del casco viejo pidiendo que les tiren agua con cánticos como: ''No seas rata, que el agua está barata'', a lo que muchos vecinos responden con cubos, mangueras, botellas, etc. El ambiente es festivo y te puedes encontrar con gente de todo el mundo, australianos, americanos, japoneses, italianos, etc.

A partir de entonces empieza la fiesta nocturna para los jóvenes, a lo que va más dirigido este blog. La fiesta empieza por la noche, a partir de los fuegos artificiales mayormente, y acaba cuando uno no pueda más pues hay discotecas que cierran a las tres de la tarde del día siguiente, ¡siete horas después del encierro! 

Esta fiesta es diferente a cualquier otra, en ella toma parte todo el mundo, desde los más pequeños, hasta los ancianos. Es mundialmente conocida, y la ciudad pasa de 200.000 habitantes a más de 1 millón en estas fechas. 

De todos modos, ¡no te conformes con leernos, te esperamos aquí el 6 de julio!

Eduardo Pèlach Alonso




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