domingo, 30 de septiembre de 2012

Salou

Salou es uno de los destinos fiesteros más populares entre los jóvenes españoles al acabar segundo de bachiller.
Después de un duro año de esfuerzos los jóvenes van a Salou con una única mentalidad: pasarlo bien de fiesta. 





Y la ciudad está preparada para ello. 
Alquilar un apartamento para 5-6 personas sale por cerca de 650 euros la semana. Los precios en los supermercados del paseo son carísimos así que vale la pena andar hasta el Mercadona. El paseo marítimo está lleno de relaciones públicas de las discotecas, ves limusinas Hammer, coches de propaganda etc. 

Y esa es la parte que nos interesa en éste blog.

Salou está llena de discotecas que en verano se llenan de jóvenes de todas partes de España, pero sobre todo de Pamplona, Zaragoza y Cataluña. 

Desde éste blog vamos a repasar algunas de las discotecas de Salou:

  • Flashback: es una pequeña discoteca con una sala que normalmente cortan por la mitad. El sitio es pequeño pero su encanto reside en la terraza que tiene, casi tan grande como la sala, y que cuenta con varios sofás y barra. 

  • Snoepy's: antes de entrar dentro propiamente dicho, tiene a la derecha una zona de sofás y una barra. Una vez dentro existe una antesala con otra barra. La discoteca en sí, empieza en la segunda sala. Es una sala pequeña con una barra cuadrada en medio. Tiene también un podio para gogós y escalones en los lados para que la gente se suba. 

  • Space: está situada en el paseo marítimo. Para entrar hay que subir una gran escalera. El sitio tampoco es muy grande pero de nuevo el punto fuerte vuelve a estar en su terraza. Sin duda de las mejores de Salou (si encuentras sitio para sentarte). 

  • La Cage (Pachito): esta discoteca es la hermana pequeña de Pacha. Sin duda una de las mejores de Salou. Consta de dos salas. Una con diversos podios para las/los gogós y que es más grande. Se podría decir que en esta sala la música es más comercial. Las camareras y camareros hacen diversos espectáculos, con coreografías, etc. La segunda sala es más pequeña y está en el medio de la terraza, que la rodea. En ella ponen un tipo de música mas techno. 

  • Volcano: el concepto de discoteca aquí se queda corto. Volcano es un complejo con playa artificial, bar, restaurante y tienda. Gracias a ello se pueden hacer las famosas fiestas en la playa a las que todos queremos asistir. Muchas de ellas empiezan por la mañana y duran todo el día. 


  • Pacha La Pineda: no está propiamente en Salou pero se llega en 10 minutos en taxi y cuesta unos 12 euros que entre 4 personas sale a 3 euros (lo mismo que cuesta el bus). Es la discoteca más importante de la zona y la más grande. Cuenta con un inmenso parking justo antes de entrar. Una vez dentro hay un edificio principal donde está la discoteca en sí, pero alrededor está lleno de bancos y sofás donde sentarse, además de una pequeña cabina de DJ donde se pincha música. Dentro de la discoteca hay dos niveles. En la parte de arriba hay una sala más pequeña con dos barras y un podio en medio. Abajo la discoteca es inmensa. La pista central está un poco por debajo del nivel del suelo por lo que hay que bajar unas escaleras. El ambiente es totalmente fiestero y la verdad es que es una experiencia inolvidable. Desde aquí os invito a que vayáis. 
Os dejo el enlace a un vídeo casero de cuando estuvo David Guetta: vídeo aquí


Salou es conocida por su fiesta y no os dejará indiferentes. ¡Os aseguro que querréis repetir!

Eduardo Pèlach Alonso



martes, 25 de septiembre de 2012

Llanes, un caso diferente

Llanes es una villa de la costa asturiana que cuenta con una desarrollada tradición festiva. Esta localidad no tiene una fiesta local, sino tres: dos de ellas tienen dicha categoría y la tercera se celebra coincidiendo con la Virgen de Covadonga, patrona del Principado de Asturias, por lo que es fiesta en toda la comunidad autónoma.
El modo de celebrar las fiestas en la localidad llanisca es, cuanto menos, sorprendente. En la inmensa mayoría de los pueblos de España ocurre que todos sus habitantes celebran la fiesta local por igual. No ocurre así en Llanes, donde sus habitantes únicamente participan en una de las tres fiestas: Santa María Magdalena, San Roque y la Virgen de Guía. Cada persona elige la fiesta en la que quiere participar libremente, aunque la mayoría de las veces se respeta la tradición familiar. No es común que alguien cambie de fiesta una vez que ha elegido la suya porque la devoción en esta peculiar villa hacia sus santos es absoluta.
Los simpatizantes de cada una de las fiestas se agrupan en bandos y tienen una comisión y un presidente independientes. De hecho, las fiestas han desarrollado con los años un pique sano entre ellas y cada año compiten por ver quien ha organizado la mejor fiesta.
Los actos de las tres fiestas son parecidos, pero todas han ido desarrollando sus propias tradiciones.

  • Santa María Magdalena, 22 de julio.
A Santa María Magdalena le corresponde en Llanes el mes de julio. El día 1 de julio, a las 00:00 horas los simpatizantes del bando engalanan sus balcones con banderas de España y lucen en su ropa un clavel, flor distintiva del bando. Esta fiesta es la que cuenta con menos gente pero es la que más tiempo lleva celebrándose en la villa.
Durante todo el mes de julio tendrán lugar actividades como una espicha, juegos infantiles y la verbena del clavel.
El día 21 de julio, vispera del día grande de las fiestas, los simpatizantes del bando se visten con los trajes típicos de la localidad: de porruano y de llanisca. Los porruanos desfilan por la arteria principal de la villa portando una hoguera, parte de la cual será quemada junto a la capilla dedicada a la Santa. Los niños del bando también cargan con una pequeña hoguera, aunque esta no se quema.
El día grande de la fiesta se abrirá con un pasacalles, una especie de desfile en el que participan todos aquellos que se han ataviado con los trajes regionales.
Tras esto, tendrá lugar una misa solemne en honor a la Santa y, seguidamente, una procesión presidida por la imagen de María Magdalena. Los bailes típicos que se bailarán a continuación son otro de los espectáculos de la fiesta.
Ya por la tarde, se realizará otro pasacalles y, finalmente, todo el pueblo está invitado a participar en la gran verbena nocturna.
El día 31 de julio a las 24:00 horas las banderas de España desaparecen de los balcones.


  • San Roque, 16 de agosto.
San Roque ocupa todo el mes de agosto en la localidad asturiana. El 1 de agosto a las 00:00 horas, la campana de la capilla dedicada al santo comienza a repicar, se colocan los estandartes en honor a San Roque y en algunos balcones comienzan a aparecer las banderas que distinguen a los que pertenecen a este bando. Además, durante todo el mes será normal ver a gente luciendo la flor distintiva del bando: la siempreviva. Esta es la fiesta que cuenta con más simpatizantes que no viven en la villa, aunque la representación de estos últimos es muy significativa.
Durante todo agosto, el bando organiza numerosas actividades: un concurso de pesca de fondo, el festival infantil, una cena-baile, un torneo de golf y La Velada, la verbena más conocida del oriente de Asturias.
La tarde de la víspera del día grande, un pasacalles recorre algunas calles de Llanes para llegar a la capilla de San Roque. Una vez allí, se traslada al santo a la capilla y los más pequeños del bando, los peregrinos, interpretan la Danza Peregrina en honor al santo de Montpellier (quien también fue peregrino). Ya por la noche, tendrá lugar la verbena.
El día grande de la fiesta comenzará, al igual que ocurre en la Magdalena, con un pasacalles formado por los fieles vestidos con los trajes típicos y amenizado por el pasodoble "España Cañí", otro de los distintivos del bando, que terminará en la basílica. Después de la misa en honor a San Roque, el Santo y sus simpatizantes irán en procesión hasta la plaza de Parres Sobrino, donde tendrá lugar un completo festival folclórico.
Por la tarde, otro pasacalles dará vida a la calles de Llanes y, posteriormente, una hermosa concentración de gaiteros.
Ya por la noche, los fieles a San Roque realizarán la tradicional danza prima. Tras esto, la banda de gaitas El Llacín, autóctona de Llanes, tocará el "Asturias, patria querida" en la playa de El Sablón y se procederá a un bello espectáculo pirotécnico. Finalmente, comenzará la gran verbena multitudinaria.
El día 31 de agosto, una chocolatada despide las fiestas hasta el año próximo. A las 24:00 horas las siemprevivas y las banderas de San Roque a desaparecen de la villa.


  • La Virgen de Guía, 8 de septiembre.
Finalmente, septiembre es el mes de La Virgen de Guía. El 1 de septiembre a las 00:00 horas aparecen los nardos y los balcones muestran la bandera propia de esta fiesta.
Durante todo el mes de septiembre se realizarán actividades tales como la cena-baile, el festival infantil, el torneo de golf, el bollu, la espicha y la verbena de música del siglo XX.
El día 7, al anochecer, la Virgen de Guía es trasladada en procesión desde su capilla hasta la basílica, acompañada de mujeres pertenecientes al bando luciendo la mantilla española. Se trata de una procesión muy solemne.
El día grande comienza con un pasacalles amenizado por la canción distintiva del bando: "Los nardos". Dicho pasacalles termina en la basílica, donde se realiza una misa solemne en honor a la Virgen, a la cual sigue una procesión. Esta procesión, que cierra la imagen de la Virgen, está formada por todos los simpatizantes del bando vestidos con los trajes regionales. Una vez se ha llegado a la capilla, tiene lugar el festival folclórico, encabezado por la danza de los arcos, la cual interpretan los más jóvenes.
Por la tarde, se realiza otro pasacalles que acaba en la estación de trenes de la villa para despedir al "tren de madera", el cual ha venido desde Mieres para disfrutar de la festividad llanisca.
Por la noche, se realiza en el centro de Llanes la tradicional danza prima y, una vez acabada esta, se vuelven a realizar los bailes que habían tenido lugar por la mañana.
El día 30 de septiembre a las 24:00 horas se retiran las banderas de los balcones y se dan por concluidas las fiestas en la localidad hasta el año próximo.




Santa María Magdalena


El clavel, distintivo de La Magdalena
San Roque


La siempreviva, distintivo de San Roque


La Virgen de Guía
El nardo, distintivo de La Guía



Traje de llanisca

Traje de porruano
Cristina Muruzábal de la Vega

lunes, 24 de septiembre de 2012

La tamborrada

La noche del 19 de enero la fiesta más conocida de San Sebastián tiene su inicio con la izada de la bandera a las 24:00 mientras suena la Marcha de San Sebastián interpretada por Gaztelubide en la Plaza de la Constitución. Esta plaza, situada en la Parte Vieja, es invadida por miles de personas que cantan al son de los tambores.

Durante las 24 horas del día 20 enero, más de 20.000 personas invaden las calles vestidas de azul y blanco o con los trajes de cada compañía. En la mañana del día 20 los niños de 52 colegios toman la calle y la atención recae sobre ellos. Juntos, tocan la Marcha de San Sebastián entre otras composiciones. Además de tambores y barriles, están las famosas cantineras, quienes lanzan caramelos a los más pequeños, y los hacheros.

La figura más representativa de la tamborrada infantil es la Bella Easo, que es elegida por sorteo de entre los colegios que forman parte de este gran acontecimiento. Siempre acompañada de el general, un muchacho elegido de la misma manera. Ambos dan un discurso antes de iniciar el típico recorrido por todo el centro de San Sebastián subidos a una carroza que cierra el desfile.

Durante el transcurso de la tarde y noche, pequeñas compañías de los diferentes barrios alegran las calles de todo San Sebastián. Mientras tanto los famosos ''cabezudos'' armados con una vejiga de cerdo seca, se dedican a golpear (suavemente) a los niños mientras corren por las calles.

Durante estas dos noches es típico que los adultos se pasean de bar en bar probando los distintos ''pintxos'' que cada uno ofrece. Al final de la noche, la fiesta finaliza con la bajada de la bandera mientras miles de personas vitorean el final de esta gran celebración.


                                                                                     Borja Tomás Oro Longueira

viernes, 21 de septiembre de 2012

San Fermín

Durante 9 días, la ciudad de Pamplona se tiñe de blanco y rojo para celebrar sus fiestas, una de las mejores del mundo. 

Son 204 horas en las que la ciudad no descansa. Tanto de día como de noche, existen actividades para todas las edades, desde los kilikis y gigantes hasta la fiesta nocturna pasando por el poteo del mediodía y los toros por la tarde. 

Las fiestas empiezan el 6 de julio a las doce del mediodía después del cohete que se tira en el Ayuntamiento, el chupinazo. En la plaza del Ayuntamiento se congrega la mayoría de gente y una vez dentro podría decirse que es imposible salir. Todo el mundo está con mentalidad fiestera, y ya empieza el consumo de bebidas habituales en esta fiesta como el Kalimotxo o la sangría. Después del chupinazo los más jóvenes van por las calles del casco viejo pidiendo que les tiren agua con cánticos como: ''No seas rata, que el agua está barata'', a lo que muchos vecinos responden con cubos, mangueras, botellas, etc. El ambiente es festivo y te puedes encontrar con gente de todo el mundo, australianos, americanos, japoneses, italianos, etc.

A partir de entonces empieza la fiesta nocturna para los jóvenes, a lo que va más dirigido este blog. La fiesta empieza por la noche, a partir de los fuegos artificiales mayormente, y acaba cuando uno no pueda más pues hay discotecas que cierran a las tres de la tarde del día siguiente, ¡siete horas después del encierro! 

Esta fiesta es diferente a cualquier otra, en ella toma parte todo el mundo, desde los más pequeños, hasta los ancianos. Es mundialmente conocida, y la ciudad pasa de 200.000 habitantes a más de 1 millón en estas fechas. 

De todos modos, ¡no te conformes con leernos, te esperamos aquí el 6 de julio!

Eduardo Pèlach Alonso




jueves, 20 de septiembre de 2012

España, un país históricamente fiestero

Si pidiésemos a los europeos que describiesen a los españoles con una palabra probablemente la mayoría de ellos utilizaría "fiesteros". Este es uno de los tópicos más extendidos que existen sobre los que habitamos este país, tópico que nos hemos ganado a pulso. Y no es para menos. España, como bien es sabido, tiene una colección de fiestas y tradiciones que haría palidecer de envidia a cualquier país del mundo. Las fiestas españolas atraen cada año a millones de extranjeros provenientes de cualquier parte del mundo.
A todos nos gusta disfrutar de las múltiples fiestas que nos acompañan anualmente, pero ¿cuántos conocemos realmente sus historias? Aquí se presentan los orígenes de algunas de las más significativas:
Esta festividad ha sido declarada como fiesta de Interés Turístico Internacional. El despliegue de medios en la ciudad durante el tiempo que dura la fiesta es impresionante y atrae mucho turismo a la ciudad.
El Carnaval debe su existencia al cristianismo, ya que era la época antes de la Cuaresma, durante la cual el pueblo podía dar rienda suelta a su alegría antes de iniciar tan señalado período religioso.
Lo que realmente diferenció en un principio a este Carnaval del resto existentes en la geografía española fue la influencia italiana que ha tenido, ya que los comerciantes que viajaban a África utilizaban la ciudad como puente.
Los primeros documentos que evidencian la existencia, como tal, de dicha festividad datan del siglo XVI. Durante los siguientes siglos se intentó acabar con el Carnaval por ser considerado como una época de pecado, aunque jamás dejó de celebrarse debido a que los ciudadanos hacían caso omiso de las prohibiciones que les imponían, tales como no celebrar los bailes de máscaras o la total erradicación de la fiesta.
Durante los siglos XIX y XX el Carnaval de Cádiz ha evolucionado enormemente hasta convertirse en el fenómeno cultural que es hoy.
Esta importante fiesta religiosa data de principios del siglo XVIII; la cual se basaba en sus inicios en actos religiosos, corridas de toros, algunas cabalgatas y el ya imprescindible desfile de Gigantes y Cabezudos. Estas tradiciones se mantuvieron sin grandes cambios hasta los primeros años del siglo XIX, momento a partir del cual se la catalogó como fiesta religiosa obligatoria.
Ya a finales del siglo, otras grandes incorporaciones se unieron a la fiesta, incorporaciones que aún hoy nos acompañan: la gran cabalgata y el Certamen Oficial de Jota. A partir de aquí, se incorporaron numerosos elementos a la festividad, de los cuales solo dos han sobrevivido hasta nuestros días: las ofrendas de flores y las de frutos.
Es una de las fiestas más conocidas del norte de España.
En 1929, los asturianos Dionisio de la Huerta, Benigno Morán y Manés Fernández decidieron descender el río Piloña. Este hecho, que aparentemente no revestía ninguna importancia, fue el antecedente del actual Descenso del Sella ya que los dos años siguientes Dionisio de la Huerta, Manés Fernández y Alfonso Argüelles descendieron el río Sella hasta Arriondas, el primer año, y hasta Ribadesella, el segundo.
En 1932 se estableció el recorrido que aún perdura hoy en día: la salida está situada en Arriondas y la llegada, en Ribadesella. Este descenso fue catalogado como provincial, ya que todos sus participantes eran asturianos. De hecho, hubo que esperar hasta 1935 para que pasase a denominarse como Descenso Nacional.
Entre 1936 y 1943 el Descenso del Sella sufrió un brusco parón por la Guerra Civil y sus consecuencias.
En 1951, con la inscripción de participantes provenientes de Portugal e Italia, pasó definitivamente a conocerse como Descenso Inernacional del Sella, ocupando actualmente el trono del piragüismo mundial.
El origen de esta fiesta tenemos que agradecérselo al gremio de los carpinteros, los cuales limpiaban su taller el día antes de San José quemando todos los restos de madera sobrantes e inservibles. Además, también quemaban los parots, utensilios utilizados para colgar los candiles que ya no harían falta tras la llegada de la primavera.
Los primeros documentos que hablan de las fiestas como tal datan de mediados del siglo XVIII. En esta época, los vecinos de los distintos barrios de Valencia creaban figuras burlescas para satirizar situaciones o personas conocidas del barrio y luego se quemaban.
Entre finales del siglo XIX y principios del XX nacieron los concursos de fallas, por lo que éstas fueron abandonando la sátira y adoptando matices y elementos más artísticos hasta convertirse en lo que tenemos hoy.
Esta fiesta es la más reciente de todas las que nos ocupan, pero no por ello es menos importante ya que es conocida en casi todo el mundo e, incluso, imitada en algunos países.
El orígen de esta fiesta hay que situarlo en 1944, cuando un grupo de jóvenes, molestos por no poder participar en el desfile que se estaba celebrando, cogieron los tomates que estaban a la venta en un puesto de hortalizas y los utilizaron como misiles. Los años que siguieron cada uno llevó sus tomates y esta particular batalla se ha repetido año tras año hasta hoy.
En el siglo XVI comenzó esta arraigada tradición, cuando las cofradías decidieron salir en procesión para rendir culto a la pasión y muerte de Cristo.
Durante el siglo XVIII, Sevilla pasó por una gran crisis en todos los sentidos, por lo que en el siglo XIX se llegó a pensar que esta tradición desaparecería. Durante la época de la restaucación de los borbones las cofradías se recuperaron y la fiesta, por suerte, recuperó todo su antiguo esplendor.
Cuando la Segunda República llegó a España los enfrentamientos políticos fueron constantes y tanto afectó esto a la fiesta que en 1932 las cofradías decidieron no salir en procesión, hecho que perjudicó mucho tan señaladas fechas. De hecho, la única cofradía que decidió oponerse a las demás, la hermandad de la Estrella, sufrió numerosos problemas durante su recorrido.
A partir de este año las fiestas fueron realmente inestables, aunque el número de cofradías crecía considerablemente.
Hoy en día las numerosas cofradías que componen la procesión pasan el año entero preparandose para la famosa Semana Santa y trabajan sin descanso para que no haya el más mínimo contratiempo.
Esta es probablemente la fiesta española más conocida fuera de nuestras fronteras y la que más gente concentra durante una intensa semana.
La fiesta, como su propio nombre indica, está dedicada a San Fermín y su principal aliciente son las corridas de toros que recorren las calles de la capital navarra.
San Fermín comienza oficialmente el día 6 de julio con el "chupinazo", cohete tirado desde el balcón del ayuntamiento, y terminan el 14 de julio con el famoso "Pobre de mí".
Los sanfermines tienen su origen en la época medieval, cuando no eran más que una feria de comerciantes.
Tiempo después, en 1591, las dos ferias que había en Pamplona durante el verano, una a comienzos y otra a finales del mismo, se unieron y adoptaron la fecha actual de San Fermín: el 7 de julio.
Los sanfermines se mantuvieron más o menos estables hasta que unos siglos más tarde, sobre 1950, evolucionaron a una velocidad de vértigo, incorporando durante este tiempo la mayoría de los elementos que componen la fiesta actualmente.
Los famosos encierros, eje de toda la fiesta, también se remontan a la época medieval, cuando los pastores entraban con sus toros a la ciudad mientras la gente los acompañaba.

Aunque este es solo un breve resumen de la gran variedad de fiestas españolas, se puede observar la gran tradición festiva de nuestro país que nos concede una riqueza cultural incalculable, la cual debemos cuidar y proteger.


Cristina Muruzábal de la Vega